Si tuviera que agradecer a mis maestros todo lo recibido, no tendría que levantar la cabeza del suelo



jueves, 12 de febrero de 2009

PROBLEMAS

Un problema comienza a serlo, cuando nosotros le otorgamos tal calificación. Hasta ese momento era simplemente un acontecimiento más. A partir que le damos definición de PROBLEMA, nuestra mente y nuestro cuerpo se aprestan para afrontarlo, para lidiar con el. A nivel mental comienza el conocido dialogo interno o rollo interno , busquedas de porques, atribución de culpabilidades, excusas, ansiedad...etc. El correlato a nivel físico: tensión, respiración agitada, sensaciones displacenteras, sudor, aceleración del ritmo cardíaco. Quien diría que, al colocar una "etiqueta" de problema a un acontecimiento,estamos generando una serie de reacciones psicofisiológicas involuntarias que pueden terminar complicando hasta nuestra salud. Por eso, antes de "poner una etiqueta" demos un imaginario paso atrás para revisar que estrategia utilizamos para hacerlo, probablemente cambiando la estrategia cambiemos la forma en la que encaramos estas situaciones.No sería extraño que como consecuencia de ello, generemos nuevas vías de pensamiento, mas creativas y satisfactorias, a menor costo humano, que nos permitan manejar más eficientemente estas situaciones.

1 comentario:

Dennis Moore dijo...

Me hiciste pensar en algo que ahora me doy cuenta de que me sucede al etiquetar. Me pasa que etiqueto tareas como "pendientes", y si acumulo muchas, aunque sean simples y fáciles de hacer, empiezo a deprimirme porque hay tantas cosas que no estoy haciendo, cuando en realidad con la mayoría de ellas no considero prioritario realizarlas por ahora. Me recuerda también a una historia que dice que Edison decía que su invento de lamparita lo había logrado en el prototipo número 1000. ¿Eso significa que entonces tuvo 999 fracasos previos?, le preguntan. Fracasos no, contesta. 999 intentos.